En medio de una creciente preocupación por la inflación y el alto costo de vida, España ha visto emerger una nueva tendencia de consumo: una amplia oferta de productos y servicios por menos de 12 euros. Esta alternativa no solo busca aliviar la presión económica sobre los consumidores, sino también mantener la calidad.
Supermercados y tiendas han intensificado sus ofertas, con alimentos frescos y productos de panadería dentro de este rango de precio. Esta estrategia apoya a productores locales y atrae a los compradores afectados por la crisis económica.
En el ámbito cultural, muchas galerías y museos ofrecen entradas gratuitas o tarifas económicas, democratizando el acceso a la cultura, especialmente significativo tras las restricciones sanitarias.
El ocio también se ha adaptado, con restaurantes y bares ofreciendo menús y tapas a precios accesibles, fomentando la socialización tras un período de limitaciones.
Una encuesta reciente indica que el 65% de los consumidores prefiere opciones por debajo de 12 euros, reflejando un cambio hacia un consumo más consciente y económico. Sin embargo, expertos señalan que esta tendencia podría ser temporal, dependiendo de cómo evolucione la economía. Las empresas enfrentarán el desafío de mantener calidad e innovación dentro de precios ajustados.
En resumen, la oferta económica en España no solo responde a una necesidad actual, sino que fomenta un modelo de consumo más accesible y sostenible, destacando la creatividad y adaptabilidad como claves en estos tiempos de cambio.








