Vivir con un gato implica adaptarse a comportamientos que parecen caprichosos, como ocupar el sitio que acabas de dejar en el sofá. Este acto responde a factores instintivos, emocionales y sensoriales. Los gatos perciben su entorno a través de olores que asocian con confianza y seguridad. Al ocupar tu lugar, están dejando su olor y validando el espacio como seguro. Aunque son animales territoriales, también muestran curiosidad y afecto al seguir el rastro de tu aroma. Es su manera de establecer un vínculo contigo. Si prefieres que no ocupen tu asiento, ofréceles alternativas cómodas, como mantas o camas térmicas, en lugar de regañarlos, ya que su comportamiento busca conexión y no es malicioso.
Leer noticia completa en OK Diario.