Un estudio publicado en el Journal of Functional Foods sugiere que el consumo de queso puede mitigar los efectos nocivos del alcohol en el organismo, reduciendo el daño hepático y mejorando la resaca. Los experimentos, realizados en ratas, mostraron que aquellas que consumieron queso presentaron un 50% menos de alcohol en sangre, gracias a la grasa y proteína del queso que ralentizan la absorción de alcohol y a sus probióticos que activan enzimas hepáticas. A pesar de estos beneficios, se recomienda la moderación en el consumo de alcohol. El queso, especialmente el manchego, no solo aporta estas ventajas, sino que es rico en proteínas, calcio y vitaminas esenciales, superando incluso a la carne en valor proteico, según el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Manchego.
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