La cruz pectoral que portó el recién elegido Papa León XIV el 8 de mayo en la Logia Central de la Basílica de San Pedro contiene reliquias significativas: fragmentos óseos de San Agustín y su madre, Santa Mónica, y otras de Santo Tomás de Villanueva, del beato Anselmo Polanco y del venerable Giuseppe Bartolomeo Menochio. Según ‘Vatican News’, estas reliquias representan valores de fidelidad, reforma, servicio y martirio. El regalo de la cruz fue entregado al papa por la Curia General durante su creación como cardenal, y el padre Josef Sciberras le aconsejó llevarla para protección, gesto que suscitó alegría al verlo en el balcón de San Pedro.
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