Ion de Sosa, cineasta en constante evolución, enfrenta la paradoja de volverse cada vez más enigmático en sus obras, mientras que su estilo y visión se perfilan con mayor claridad. Con cada película, de Sosa presenta una narrativa que desafía las convenciones, revelando su compromiso con el arte como una lucha personal y profunda. Su trayectoria evidencia una búsqueda incansable de nuevas formas de expresión cinematográfica, consolidando su reputación como un director que no teme romper moldes para plasmar su perspectiva única en la pantalla.
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