Rusia ha introducido el dron Geran-3, un derivado del Shahed iraní, que es más rápido y difícil de detectar, aumentando su efectividad en ataques. Recientemente, se utilizó en un intenso bombardeo sobre Kiev, destacando por su capacidad para transportar más explosivos y alcanzar mayores distancias. Este nuevo modelo tiene componentes de origen internacional, a pesar de las sanciones. Rusia, enfocada en la producción masiva de drones, busca saturar las defensas aéreas ucranianas como estrategia. A pesar de las ventajas del Geran-3, sus costos y peso son considerados desventajas. La planta de Alabuga es clave en su producción, con denuncias sobre las condiciones laborales allí. Las tácticas rusas crean un desafío persistente para Ucrania, que sigue desarrollando defensas innovadoras.
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