A pesar de la incomodidad que pueden provocar socialmente, la emisión de gases intestinales, que ocurre entre 10 y 20 veces al día por persona, es un indicador clave de la salud de la microbiota intestinal. Estos gases, aunque a menudo vergonzosos, proporcionan valiosa información sobre el equilibrio y funcionamiento de las bacterias en el tracto digestivo. Tanto el olor como el ruido que producen pueden ofrecer pistas cruciales para entender mejor la composición y salud de la flora intestinal.
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