En la provincia de Guadalajara, España, el yacimiento cretácico de Poyos ha revelado un hallazgo de gran relevancia para la paleontología: huevos fosilizados de dinosaurios titanosaurios de hace 72 millones de años, que han sido incorporados al Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha en Cuenca. Este descubrimiento, respaldado por el Gobierno de Castilla-La Mancha, arroja luz sobre la coexistencia de distintas especies de titanosaurios en un mismo nivel de sedimento, un fenómeno inusitado que se relaciona con sus estrategias reproductivas. El equipo investigador, liderado por el Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, ha destacado la excepcional conservación de los huevos, permitiendo una valiosa investigación sobre la biología de estos animales prehistóricos. El yacimiento de Poyos se perfila como un referente mundial para comprender la diversidad y distribución de los saurópodos ibéricos antes de la extinción del Cretácico, desafiando teorías previas sobre la dispersión geográfica de los titanosaurios en Europa. La viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo, ha subrayado el valor científico y educativo del hallazgo, que además amplía el conocimiento global sobre estos gigantes del pasado.
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