Un reciente descubrimiento en Australia Occidental ha puesto en el foco mundial un yacimiento geológico valorado en 5,6 billones de euros, destacándose como uno de los hallazgos mineros más significativos de la historia actual. El yacimiento, ubicado en la provincia de Hamersley, contiene 55.000 millones de toneladas de hierro, lo que podría reforzar aún más el liderazgo de Australia como productor mundial de este mineral. Más allá del impacto económico, con potenciales repercusiones en el mercado global de materias primas, el descubrimiento ofrece nuevas perspectivas científicas al estudiar los procesos de formación de hierro, utilizando avanzados métodos de análisis de isótopos de uranio y plomo. Este hallazgo transforma la comprensión geológica al datar el mineral en 1.400 millones de años, ajustando previas estimaciones de 2.200 millones. La clave reside en su impacto futuro en la exploración minera y en la interpretación de procesos tectónicos históricos, planteando también desafíos relevantes relacionados con la explotación sostenible de recursos y su impacto ambiental.
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