La cumbre del clima COP29, celebrada en Bakú, Azerbaiyán, se enfrenta a un retraso significativo sin un acuerdo sobre financiación climática a la vista. Las negociaciones, que deberían haber concluido el viernes, continúan con desacuerdos sobre quién debe aportar los fondos para ayudar a los países menos desarrollados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y protegerse del cambio climático. La presidencia, en manos de Azerbaiyán, presentó un nuevo borrador de pacto tras el rechazo del anterior, proponiendo movilizar 1,3 billones de dólares anuales para 2035. Sin embargo, varios países y activistas consideran insuficiente esta cifra y critican la falta de transparencia en las discusiones. En medio de un contexto político tenso por el ascenso de populismos de derecha en Estados Unidos y Europa, que desafían las políticas climáticas, los negociadores enfrentan presiones para alcanzar un consenso antes del cierre de la cumbre.
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