El entrenador del Levante, Julián Calero, expresó su indignación y vergüenza por la decisión de no detener los partidos de fútbol pese a la devastación causada por la DANA en la Comunidad Valenciana. Calero criticó la falta de acción de las asociaciones deportivas y señaló que, como protagonistas, tanto jugadores como entrenadores debieron presionar para suspender la jornada. Destacó la falta de humanidad en el fútbol al priorizar el negocio sobre la tragedia vivida, y aplaudió a Vicente Moreno, entrenador de Osasuna, por ayudar en su pueblo afectado. Además, cargó contra la gestión política de la tragedia, señalando la ausencia de profesionales adecuados en un «escenario de guerra», y lamentó que, mientras unos luchaban por sobrevivir, otros celebraban goles.
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