José Luis Santos, un hombre sin hogar que vive en una cueva en Naucalpan, resultó herido durante la tormenta del lunes pasado, que causó un deslizamiento de tierra en la zona. La caída de un pedazo de la cueva le quemó la mano izquierda, y fue atendido por médicos que le colocaron guantes y gasas para prevenir infecciones. La comunidad de La Raquelito se reunió para rendir un homenaje con velas a las seis personas que murieron durante el alud, que también afectó seriamente a otros vecinos y viviendas en el Estado de México. Vecinos y fuerzas de seguridad, como el ejército, participan en las labores de limpieza y recuperación tras el desastre.
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