En una reciente inspección en Cataluña, se detectó un vehículo que circulaba con el tacógrafo desactivado, un dispositivo crucial para registrar tiempos de conducción y descanso, lo que implica un grave incumplimiento de las normativas de seguridad vial. Además, se descubrió que el vehículo no había pasado la inspección técnica obligatoria, un requerimiento legal para asegurar que los automóviles se encuentren en condiciones óptimas para circular. Este doble incumplimiento representa no solo un riesgo para la seguridad de sus ocupantes y demás usuarios de la vía, sino también una infracción que puede acarrear sanciones significativas a los responsables del vehículo. Las autoridades han intensificado los controles para prevenir accidentes y garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes.
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