Los policías de Asuntos Internos han estado investigando al alto mando durante casi un año, en una pesquisa que busca desentrañar posibles irregularidades dentro de las fuerzas de seguridad. Esta investigación, llevada a cabo de manera discreta para evitar filtraciones que pudieran comprometer su desarrollo, se centra en evaluar la conducta y decisiones tomadas por líderes clave en el cuerpo, con el objetivo de garantizar la integridad y transparencia dentro de la institución. Hasta ahora, no se han hecho públicas las conclusiones preliminares, pero se espera que esta operación arroje luz sobre las prácticas internas y asegure que se sigan los protocolos establecidos.
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