Desde hace más de una década, la llegada de Peter Lim al Valencia CF generó grandes expectativas entre los aficionados, quienes esperaban un futuro prometedor para el club. Sin embargo, a pesar de un inicio esperanzador, las promesas no se materializaron y la afición ha estado pidiendo su salida, creyendo que un cambio de dueño podría revitalizar al equipo. En meses recientes, parecía que su venta estaba cerca debido al interés de grupos inversores, pero el proceso se ha estancado y Lim continúa siendo objeto de debate entre los seguidores.
La estrategia de Peter Lim ha estado centrada en maximizar sus beneficios con el club. Para ello, ha trabajado en reestructurar la deuda del Valencia CF, buscando atraer compradores potenciales. Un acuerdo con Goldman Sachs y la reactivación de las obras del Nuevo Mestalla son parte de este plan. Además, bajo la dirección de Carlos Corberán, el equipo ha mostrado mejoras deportivas y ha logrado fichajes significativos, lo que podría mejorar la percepción del valor del club en futuras negociaciones.
A pesar de estos esfuerzos, Lim ha establecido un precio mínimo de 400 millones de euros para la venta del club. Esta cifra ha sido cuestionada por los interesados, dado que la deuda acumulada podría elevar el costo total de la operación a mil millones de euros. Con el objetivo de mejorar la imagen del club, Lim espera que los potenciales compradores perciban al Valencia CF de manera más positiva. Mientras tanto, la afición mantiene la esperanza de que la gestión de Lim llegue a su fin, señalando la oportunidad de un nuevo capítulo en la historia del club.
