El WC suele ser utilizado como un método fácil y rápido para deshacerse de residuos, pero este hábito puede tener consecuencias perjudiciales tanto para el sistema de tuberías como para el medio ambiente. Tirar al váter elementos como toallitas húmedas, papel de cocina, productos de higiene, preservativos, colillas, aceite de cocina, lejía, pinturas, medicamentos, tiritas e incluso restos de comida, puede generar atascos en las redes de saneamiento y dificultar los procesos de depuración de aguas residuales. Este mal uso no solo provoca problemas técnicos y económicos, al encarecer las reparaciones que pueden llegar a superar los 100 euros, sino que también contribuye a la contaminación ambiental. Por ejemplo, un litro de aceite de cocina puede contaminar hasta 1,000 litros de agua. Por ello, es crucial desechar estos residuos de forma adecuada, utilizando el cubo de basura o puntos limpios específicos.
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