En una sentencia que sacudirá los cimientos del mundo cripto, el empresario surcoreano Do Kwon ha sido condenado a 15 años de prisión en Estados Unidos por su implicación en el colapso de TerraUSD (UST) y Luna, dos activos digitales que volatilizaron cerca de 40.000 millones de dólares. El veredicto, emitido en un tribunal federal de Manhattan el 11 de diciembre de 2025, pone fin a un polémico capítulo en la historia de las criptomonedas.
Do Kwon, cofundador de Terraform Labs, fue sentenciado por un tribunal presidido por el juez Paul A. Engelmayer, quien describió las acciones del acusado como un fraude de proporciones «generacionales». Según el juez, Kwon engañó intencionalmente a inversores minoristas, muchos de los cuales confiaron sus ahorros al fallido sistema, al hacer promesas de estabilidad que no fueron respaldadas por la realidad operativa.
TerraUSD fue promovida como una stablecoin con un valor estable de un dólar, diseñada para resistir la volatilidad del mercado. Sin embargo, durante el proceso judicial salió a la luz que la estabilidad de UST no dependía de los algoritmos predicados, sino de operaciones de trading de alta frecuencia que mantuvieron artificialmente el precio. Esta falta de transparencia y las promesas incumplidas fueron interpretadas por el tribunal como núcleo de un engaño masivo.
La acusación inicial de nueve cargos abarcó delitos como fraude de valores, fraude electrónico y conspiración para blanqueo de dinero. Pese a la defensa que solicitaba una pena de no más de cinco años, Kwon se declaró culpable de dos de esos cargos en agosto de 2025, reconociendo su rol en el engaño a los inversores. Finalmente, el juez impuso una sentencia más severa de 15 años.
El impacto humano del colapso de TerraUSD es desolador, con cientos de víctimas cuyos relatos de pérdidas significativas fueron presentados en la corte. Un inversor señaló pérdidas entre 400.000 y 500.000 dólares, evidenciando las devastadoras consecuencias personales de este colapso financiero.
El caso de Do Kwon simboliza un antes y un después en la industria de las criptomonedas, que busca recuperar la confianza mediante mayor regulación y cumplimiento normativo. No obstante, la resolución del tribunal subraya que las promesas de estabilidad deben estar respaldadas por fundamentos sólidos para prever la repetición de tales debacles. Además, Kwon enfrenta futuras ramificaciones legales, siendo plausible su extradición a Corea del Sur para enfrentar otros cargos, una vez cumplida la mitad de su pena en EE. UU.
Este veredicto también refleja un cambio en la respuesta institucional hacia los grandes colapsos del mundo cripto: de solucionar mediante quiebras a adoptar una postura de responsabilidad penal directa contra los implicados en fraudes de gran escala. La fiscalía, por su parte, ya ha fijo precedente con la firmeza de su acusación y el alcance de las sanciones.
La historia de TerraUSD no solo rememora lo ocurrido durante el criptoinvierno de 2022, sino que continúa resonando en la forma en que reguladores y usuarios abordan el incipiente y aún incierto mundo de las criptomonedas.
