En un partido marcado por la nostalgia y los problemas tácticos, el Real Madrid se enfrentó nuevamente al Rayo Vallecano en un encuentro que trajo a la memoria momentos icónicos del pasado. Los comentarios de Iván Zamorano, recordando sus goles históricos, contrastaron con la realidad de un equipo que lucha por encontrar estabilidad en el centro del campo. La fragilidad defensiva y la falta de control en el mediocampo destacaron en el desempeño del Madrid, que carece de soluciones fiables en esa área crucial. La actuación de Güler, joven talento que demuestra calidad innegable pero enfrenta límites físicos y tácticos, fue un punto brillante aunque limitado por las circunstancias del juego. La necesidad de reforzar la estructura del equipo queda evidente, mientras el tiempo apremia sin opciones claras de revulsivos inmediatos.
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