En un evento lleno de simbolismo y espectáculo, Donald Trump cerró su campaña en el icónico Madison Square Garden de Nueva York, a pesar de ser un bastión demócrata y el lugar donde fue condenado recientemente por múltiples cargos. El mitin atrajo a diversas figuras, desde el artista Scott Lobaido con su representación patriótica, hasta personalidades como Elon Musk y Hulk Hogan, quienes simbolizan el amplio apoyo que el expresidente sigue despertando en el país. La campaña presidencial, protagonizada por Trump y la demócrata Kamala Harris, se encuentra en una carrera ajustada a pocos días de las elecciones, con mensajes polarizadores y una retórica que muchos analistas comparan con tiempos oscuros del pasado. La figura de Trump continúa siendo un catalizador de división y fervor nacionalista, reflejando tanto un culto de personalidad como una secta política emergente en el panorama estadounidense.
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