El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue abucheado durante un partido de la NFL entre los Washington Commanders y los Detroit Lions, tras llegar al Northwest Stadium acompañado del presidente del Congreso, Mike Johnson. Invitado por el propietario de los Commanders, Josh Harris, Trump también recibió abucheos cuando su avión, el Air Force One, sobrevoló el estadio. Durante el descanso, el mandatario participó en una ceremonia militar, recibiendo una nueva oleada de desaprobación del público. La visita coincidió con informes de que Trump desea que el nuevo estadio de los Commanders en Washington lleve su nombre. En su segundo mandato, ha sido un asistente frecuente a eventos deportivos, a pesar de su impopularidad en la región, predominantemente demócrata y afectada por despidos gubernamentales y un prolongado cierre administrativo.
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