En una ceremonia poco habitual, Donald Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos sosteniendo dos Biblias, una de las cuales pertenecía al expresidente Abraham Lincoln y ha sido utilizada históricamente en inauguraciones clave, incluida la de Barack Obama. La segunda Biblia fue un obsequio personal de su madre en 1955. En un giro similar al de Ronald Reagan en 1985, Trump optó por realizar su discurso de investidura dentro del Capitolio debido a las bajas temperaturas, replicando una tradición de juramentación seguida desde George Washington pero reinterpretada a lo largo del tiempo por distintos presidentes. La separación entre iglesia y Estado sigue siendo un tema de debate, aunque las ceremonias siguen reflejando un sentido de tradición religiosa. J.D. Vance, el vicepresidente electo, también aportó un toque personal al utilizar una Biblia familiar.
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