En España, las pensiones no contributivas permiten a quienes no han cotizado recibir hasta 564 euros mensuales en 14 pagas. Estas ayudas, que no dependen del historial laboral sino de ingresos actuales y residencia, presentan dos modalidades: jubilación para mayores de 65 años y discapacidad para personas entre 18 y 65 años con una discapacidad del 65% o más. Los requisitos incluyen residencia en España e ingresos anuales limitados. Además, existen pensiones de viudedad, orfandad y familiares para proteger a los dependientes de fallecidos, calculadas en función de la pensión del fallecido y los ingresos del superviviente. Estas prestaciones son derechos legales, no favores, garantizando un ingreso mínimo a ciudadanos necesitados.
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