Eduard Sallent, exjefe operativo de los Mossos d’Esquadra, asumirá la responsabilidad de la región metropolitana sur tras su destitución. Miquel Esquius, de bajo perfil y pocos enemigos, será el nuevo jefe policial, mientras que Rosa Bosch, que era la número dos de Sallent, ocupará la dirección de la comisaría general de inspección y evaluación. Núria Parlon, consejera de Interior, confirmó los cambios alineados con la promesa electoral del president Salvador Illa, nombrando a Josep Lluís Trapero como director general de la policía con el objetivo de estabilizar la institución. Estos relevos responden a la reciente crisis por el fallido operativo de detención de Carles Puigdemont.
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