El Gobierno de Estados Unidos ha desmentido las acusaciones sobre supuestas presiones a México para procesar y extraditar a políticos involucrados en corrupción relacionada con el narcotráfico. Según el Departamento de Estado, no hay ninguna negociación que busque la reducción de aranceles a cambio de tales extradiciones. A pesar de los rumores propagados por medios y políticos mexicanos sobre la presión de Washington, la administración de Claudia Sheinbaum ha rechazado estas afirmaciones. El embajador estadounidense en México, Ronald Johnson, reiteró el compromiso conjunto de ambos países en la lucha contra los cárteles y el fentanilo. Estas declaraciones surgieron en respuesta a la creciente especulación luego de que la administración Trump incluyera a funcionarios extranjeros vinculados con el narcotráfico en su lista de prioridades criminales, acentuada por informes de la visita reciente del subsecretario de Estado, Christopher Landau, a México.
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