Estados Unidos logró una agónica victoria por un punto (66-67) contra Francia en la final femenina de baloncesto de los Juegos Olímpicos, igualando así los 40 oros de China y superándola en platas para liderar el medallero. Este dramático triunfo extendió su racha invicta a 61 juegos desde 1992 y aseguró su octavo oro consecutivo. En un reñido enfrentamiento, marcada por errores y un lapso defensivo que Francia aprovechó, un último segundo dejó a las norteamericanas vencedoras por mínima diferencia. Cheryl Reeve dirige ahora un equipo que ha cimentado su éxito en una inagotable cantera universitaria, mientras leyendas como Sue Bird y Diana Taurasi se despiden con honores. El futuro está en manos de nuevas estrellas como Caitlin Clark, no seleccionada en esta ocasión pero llamada a brillar en el baloncesto femenino.
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