Estados Unidos ha intensificado su campaña contra Nicolás Maduro, calificándolo como el líder de un cártel de la droga y elevando la recompensa por su captura a 50 millones de dólares, similar a la ofrecida por Osama bin Laden. La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, ha subrayado que utilizará todos sus recursos para combatir el narcotráfico que afecta al país. El secretario de Estado, Marco Rubio, ha destacado que Maduro lidera una organización criminal y, junto con Joe Biden, no lo reconoce como presidente legítimo debido al presunto fraude electoral en 2024. En respuesta, Maduro ha movilizado a la milicia venezolana, integrada en la Fuerza Armada Nacional. La administración Trump ha desplegado recursos navales en el Caribe como parte de su ofensiva antinarcóticos, y desde el Congreso norteamericano se alienta la traición dentro del círculo cercano de Maduro, quien enfrenta crecientes presiones internas y externas.
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