En un reñido proceso electoral, el candidato de derecha, Nasry Asfura, logró imponerse por una de las diferencias más estrechas registradas en la historia electoral del continente americano, obteniendo una ventaja de apenas 0,73 puntos porcentuales sobre su principal rival, Salvador Nasralla. Asfura alcanzó el 40,27% de los votos, mientras que Nasralla, del Partido Liberal, consiguió el 39,54%. Esta ajustada victoria, definida por solo 27.026 votos de diferencia, refleja un electorado hondureño profundamente dividido y pone de manifiesto los retos que el nuevo liderazgo enfrentará en un país marcado por tensiones políticas.
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