La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha adoptado una postura calculada ante la reciente ola de deportaciones, al instar a mantener la calma mientras implementa una serie de programas destinados a apoyar a los afectados. En un momento de creciente tensión, Sheinbaum enfatiza la importancia de una respuesta serena y estructurada, centrada en proporcionar asistencia a los deportados para facilitar su reintegración en la sociedad mexicana. Estas iniciativas buscan no solo atender las necesidades inmediatas de los deportados, sino también promover su bienestar a largo plazo, fortaleciendo así el tejido social del país.
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