En Egipto, se ha intensificado la represión contra creadores de contenido en redes sociales, con al menos 167 detenciones desde agosto, bajo acusaciones de violar valores familiares y moral pública. Las autoridades, respaldadas por una ley de delitos informáticos de 2018, se centran en mujeres y personas de clase trabajadora, quienes son arrestadas por actividades consideradas «indecentes». Casos destacados como el de la tiktoker Suzy El Ordoneya ilustran una campaña que busca controlar conductas mediante castigos judiciales. Esta represión se enmarca en un contexto social donde el Estado se ha retirado de sus responsabilidades sociales, dejando a la familia como el único refugio seguro para los ciudadanos.
Leer noticia completa en El Pais.




