En las últimas semanas, Donald Trump ha generado polémica al promover teorías conspirativas sobre el asesinato y reemplazo de Joe Biden, un comportamiento habitual en su trayectoria. No obstante, una de estas teorías se ha vuelto contra él, ya que sus seguidores expresan frustración ante la falta de transparencia sobre el caso Epstein. Durante su campaña, Trump prometió desclasificar documentos relacionados, pero su administración ha declarado que no existe tal lista de clientes y que Epstein se suicidó, lo que ha avivado el malestar entre sus bases. Las explicaciones de altos funcionarios, como la fiscal Pamela Bondi y el director del FBI, Kash Patel, para desmentir estas teorías han generado más desconfianza, poniendo en jaque la lealtad de sus seguidores más fervientes.
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