En un mundo cada vez más complejo y acelerado, la importancia de aprender a separarnos de manera saludable y sensata se vuelve crucial. La habilidad de distanciarse sin perder la cordura no solo es vital para el bienestar personal, sino que también afecta nuestras relaciones y nuestra convivencia en sociedad. Enfrentar estos desafíos de manera consciente y cuidadosa puede prevenir conflictos y facilitar una coexistencia más armónica y equilibrada.
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