El reciente cónclave para elegir al nuevo papa ha sido una mezcla de ritual fascinante y espectáculo vacío. La ceremonia se enfocó en las vestiduras sagradas más que en menciones a lo divino, capturando la atención de millones. La elección del cardenal Robert Francis Prevost como papa León XIV se materializó con la salida al balcón vistiendo la tradicional sotana blanca y accesorios papales. Durante el proceso, el simbolismo y las tradiciones renacentistas resurgieron, recordando la teatralidad de los papas históricos. Analistas señalan un cambio sutil pero significativo en los zapatos negros del nuevo pontífice, alejándose del lujo de sus predecesores hacia una imagen más modesta.
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