La tendencia de poseer animales exóticos y únicos ha llevado a un auge en la creación de «razas de diseño», caracterizadas por cruces intencionados entre especies para obtener ejemplares más exclusivos. En el mundo canino, los maltipoos simbolizan un estatus, mientras que, en el ámbito felino, el layanés, nacido del cruce entre un persa himalayo y un tonkinés, se destaca por su atractivo aspecto y temperamento dócil. Criado en Australia desde los años 2000, el layanés es un gato sensible y dependiente del contacto humano, lo que implica la necesidad de entornos calmados. Si bien estos híbridos pueden ser llamativos, expertos aconsejan fomentar la adopción basada en la compatibilidad de caracteres más que en la apariencia.
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