El Ayuntamiento de Palma ha prohibido temporalmente todas las actividades en la Plaza de Toros, citando deficiencias e incumplimientos persistentes por parte de los responsables del recinto. La decisión sigue múltiples requerimientos judiciales y actuaciones de la Patrulla Verde de la Policía Local, centrados en asegurar el descanso vecinal. La clausura se mantendrá hasta que se apliquen y verifiquen medidas correctoras, aunque actividades sin música o con límites sonoros quizás se autoricen en semanas. Los vecinos han denunciado incumplimientos acústicos graves, con eventos alcanzando niveles sonoros comparables al despegue de un Boeing 737. A pesar de mejoras temporales, la administración subraya la necesidad de abordar un problema generalizado de ruido en la ciudad.
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