Lamine Yamal, joven talento del Barcelona, planeaba teñirse el cabello de rubio para la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid, en un gesto que destacó su deseo de protagonismo más allá del campo. Su padre, Mounir Nasraoui, expresó su apoyo, aunque finalmente Yamal no llevó a cabo su idea. Dentro del vestuario, figuras como Hansi Flick y Frenkie de Jong ofrecen orientación y advertencias, equilibrando autoridad con apoyo. La relación de Yamal con Pedri es similar a la que tuvieron Neymar e Iniesta: opuestos en estilo personal, pero complementarios en el campo. Ambos jóvenes, con futuros prometedores y contratos asegurados, continúan cultivando una sociedad futbolística que recuerda a los grandes dúos del pasado.
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