El Barcelona enfrentó un revés inesperado al caer 0-1 ante el Leganés en Montjuïc, un golpe para un equipo que domina en la Champions pero tropieza en la Liga. La derrota expuso la incapacidad del Barça para remontar partidos sencillos, dejando frustrada a una afición que vió impotente cómo el equipo, sin liderazgo ni consistencia, se diluía entre errores y falta de carácter. Un cabezazo temprano de Sergio González selló la victoria para un Leganés bien organizado defensivamente, que logró defender su ventaja ante un Barcelona precipitado y desdibujado, falto de efectividad en el ataque y desconcentrado en su juego. A pesar de los intentos de Sorg, el sustituto del sancionado Flick, el conjunto culé no consiguió descifrar el planteamiento del rival, quedando su rendimiento a la sombra del frío de la noche en el estadio olímpico.
Leer noticia completa en El Pais.