El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido reducir nuevamente los tipos de interés en 25 puntos básicos, dejando la facilidad de depósito en el 3,5%, confiando en el control progresivo de la inflación. Esta medida, esperada por los mercados, podría continuar con más recortes en 2024, aunque Christine Lagarde ha mostrado cautela, insistiendo en un enfoque basado en los datos. Las previsiones de inflación se sitúan en torno al 2,5% para 2024, mientras la entidad anticipa un crecimiento moderado del 0,8% este año. A pesar de la tensión económica y los elevados tipos de interés, no se ha producido una recesión de amplio alcance ni turbulencias en los mercados. La recesión del Euríbor y los efectos en los hipotecados a tipo variable indican un posible alivio, aunque se proyecta una relación más compleja con la economía interna y el comportamiento de los salarios.
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