El Café Gijón de Madrid, un histórico punto de encuentro para intelectuales desde 1888, inicia un nuevo capítulo bajo la gestión del Grupo Capuccino, conocido por sus restaurantes de alto nivel. La célebre cafetería dejará de estar en manos de la familia Escamilla, quienes han gestionado el emblemático espacio por décadas, pasando a formar parte de una cadena que opera en localidades destacadas de España y Suiza. A pesar de las promesas de conservar su esencia, el local estará cerrado hasta enero para someterse a reformas en la cocina y los servicios. Esta transición marca el fin de una era para el icónico establecimiento, que solo había cerrado previamente durante la pandemia y el temporal Filomena.
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