Buba Espinho, un joven de Beja, Portugal, ha desafiado las percepciones sobre el cante alentejano, un género musical enraizado en la región del Alentejo. A pesar de que en sus inicios él y su grupo, Os Bubedanas, eran recibidos con escepticismo y rechazo, Espinho ha logrado transformar la escena musical portuguesa. La declaración del cante alentejano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2014 ha sido un catalizador crucial para el reconocimiento del género. Hoy en día, figuras como Espinho gozan de una creciente popularidad, evidenciada por sus conciertos agotados en el Coliseu dos Recreios de Lisboa, un indicador de prestigio en el país. Espinho destaca no solo por su música, sino también por su rol en la enseñanza del cante alentejano en escuelas y su misión de vincular el género a un sentido de comunidad y cambio social. Con una carrera que va más allá de las adversidades iniciales, Espinho sigue luchando por un Alentejo con mejores oportunidades, utilizando la música como una herramienta poderosa para revitalizar la región y preservar su rica tradición cultural.
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