El cohete Starship de SpaceX, liderado por Elon Musk, experimentó un «rápido desmontaje imprevisto» aproximadamente una hora después de su despegue en Texas, durante su noveno vuelo de prueba. La empresa comunicó en redes sociales que este suceso, aunque inesperado, es considerado un éxito en términos de aprendizaje, y contribuirá a mejorar la fiabilidad del cohete en el futuro.
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