Alemania ha experimentado un significativo giro a la derecha con las últimas elecciones, en las que el bloque democristiano CDU/CSU, liderado por Friedrich Merz, ha obtenido un 28,9% de los votos. La extrema derecha, representada por Alternativa por Alemania (AfD), ha logrado un histórico 19,9%, posicionándose como la segunda fuerza política detrás de los democristianos. Este resultado deja al SPD en un preocupante tercer puesto con un 16,2%, marcando su peor desempeño histórico. Merz deberá negociar una compleja coalición, posiblemente con el SPD, en un contexto de creciente polarización política, tensiones internacionales y desafíos económicos. A pesar de las ofertas de AfD para participar en el gobierno, los partidos tradicionales han descartado cualquier posibilidad de aliarse con ellos. Con los Verdes al 13%, el nuevo panorama político genera incertidumbre sobre la estabilidad y la futura dirección de Alemania, mientras los intentos por formar gobierno comenzarán de inmediato, con Merz apuntando a una resolución antes de mediados de abril.
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