Las selecciones de Andalucía, España y Ucrania se enfrentarán este fin de semana en el Campeonato Internacional de Fútbol Sala para personas con discapacidad visual. Esta será la VIII edición del evento, que se desarrollará del 25 al 26 de abril en las instalaciones del Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Sevilla.
El torneo es organizado por la Federación Andaluza de Deportes para Ciegos (FADEC), con la colaboración de la ONCE, el Instituto Municipal de Deportes de Sevilla y la Junta de Andalucía. Se disputará en la categoría B2-B3, destinada a personas con discapacidad visual, bajo un formato de liguilla a doble vuelta que promete ofrecer seis partidos de alto nivel competitivo.
Diez jugadores representarán a la FADEC en esta competencia, bajo la dirección de los entrenadores Joaquín Roda y Gonzalo Mateos. En la antesala del campeonato, ambos entrenadores compartieron sus expectativas sobre la participación de la selección andaluza.
Gonzalo Mateos, alejado de las dificultades visuales, comentó que llegó a este deporte a través de un amigo íntimo que sí las enfrenta. Esta experiencia le permitió descubrir un mundo del cual ahora forma parte esencial. Joaquín Roda, quien sí posee discapacidad visual y trabaja como vendedor en la ONCE, fue introducido al fútbol adaptado por un cliente habitual, demostrando cómo las conexiones personales pueden abrir nuevas oportunidades.
Ambos entrenadores dirigen equipos andaluces de fútbol sala adaptado; Mateos en Sevilla y Roda en San Fernando. Han sido seleccionados para liderar al equipo andaluz mientras continúan sus roles en sus respectivos clubes, de donde provienen algunos de los convocados por la FADEC.
«Es complicado formar un equipo de solo ocho jugadores y decidir quién se queda fuera», admiten. De los cuatro equipos existentes en Andalucía, tres estarán representados, con seis de los diez seleccionados provenientes del club de Málaga, vigente campeón de España y competidor en la 1ª División Nacional.
La sinergia entre los jugadores es primordial, destacan. «Este es un equipo diseñado anualmente, que compite solo un par de veces al año», señala Gonzalo. Preparar un equipo cohesionado implica integrar nuevos jugadores a bloques ya establecidos para alcanzar el éxito. Joaquín recalca que el objetivo es claro: ganar. «Este año nos vemos con posibilidades», aseguran.
Jugar en casa representa una ventaja significativa. «Las instalaciones de Sevilla son inmejorables», afirma Gonzalo, mientras Joaquín resalta el impacto positivo de competir en un ambiente familiar, lo que incrementa la confianza y comodidad de los jugadores.
La categoría B2-B3 presenta desafíos técnicos únicos debido a las distintas grados de discapacidad visual entre los participantes. Configurar un equipo competitivo requiere un conocimiento profundo de los rivales, tarea que en esta ocasión deberán realizar de inmediato.
La importancia de este torneo trasciende la competencia en sí, siendo una plataforma de difusión para el fútbol adaptado. «Es un escaparate excelente para atraer a nuevos interesados», explica Joaquín, destacando la necesidad de más iniciativas de este tipo. Gonzalo coincide, subrayando la oportunidad de mostrar las capacidades del deporte adaptado y sus jugadores, junto con la belleza intrínseca del fútbol sala adaptado.
Fuente: Federación Andaluza de Deportes para ciegos.