La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado a conocer su informe anual sobre el estado de las redes móviles en España, arrojando luz sobre la evolución del 5G en el país. Según el documento, un considerable número de antenas 5G aún opera utilizando la técnica DSS (Dynamic Spectrum Sharing), un método que, si bien es útil para la transición gradual a la nueva generación de redes, plantea interrogantes sobre la cobertura actual y el futuro de las infraestructuras móviles.
A finales de 2023, España contaba con 23.707 estaciones de 5G, marcando un notable incremento del 42,4% en comparación con el año anterior. Orange lidera en el despliegue con 9.120 estaciones, seguido por Movistar con 8.829 y Vodafone con 5.650. Pese al auge del 5G, el 4G sigue dominando con 64.139 estaciones, mientras que el 3G, aunque en declive, aún mantiene 59.756 estaciones operativas.
En este contexto de crecimiento, el DSS se ha consolidado como una herramienta esencial. Esta técnica permite que las frecuencias de radio sean compartidas dinámicamente entre el 4G y el 5G, utilizando la misma infraestructura. A día de hoy, 20.326 estaciones 5G emplean esta tecnología, representando una porción significativa de la red. De no emplearse el DSS, la cobertura de 5G se vería drásticamente reducida.
Gracias a esta técnica, el 5G con DSS cubre al 85,4% de la población española. En contraste, el 5G NSA (Non-Standalone), que no utiliza DSS, llega al 54,3% de la población, mientras que el 5G SA (Standalone), con una red completamente 5G, cubre al 33,4% de los habitantes. Este panorama revela una transición más fluida hacia el 5G, aunque también subraya que la infraestructura aún no está plenamente preparada para operar sin recurrir al DSS.
La CNMC también destaca que, aunque el despliegue del 5G avanza, el 4G sigue siendo crucial para el alto volumen de datos móviles. Las operadoras adaptan sus estrategias con diferentes enfoques: Orange está centrada en la banda de 700 MHz para ofrecer una cobertura más amplia, mientras que Movistar apuesta por las bandas de 3,6 GHz para aumentar la capacidad y la velocidad.
El informe enfatiza que el 2G y el 3G, aunque aún operativos, están en claro declive. El 4G continúa en expansión, y el 5G muestra un futuro prometedor pese a la actual dependencia de técnicas como el DSS para garantizar una cobertura extensa.
En resumen, el progreso de las redes móviles en España refleja un avance considerable hacia el 5G, pero también pone de manifiesto los desafíos que enfrenta esta transición. La cobertura y el despliegue de nuevas tecnologías seguirán siendo factores cruciales en la evolución de las redes móviles del país, en un esfuerzo por equilibrar el nuevo desarrollo tecnológico con la infraestructura ya existente.