En España, el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social reporta cifras alarmantes de salud cardiovascular, con 70.000 infartos agudos de miocardio y 120.000 ictus cada año, reflejando una realidad que posiciona a las enfermedades cardiovasculares como la principal causa de muerte en el mundo. Además, un preocupante 42% de los españoles presenta una combinación de diferentes factores de riesgo, muchos de ellos sin ser conscientes de su condición.
Para abordar este desafío de salud pública, la Asociación de Pacientes Coronarios (Apacor) continúa su misión de casi 35 años renovando su liderazgo. En la reciente Junta General de socios, celebrada el pasado jueves, Manuel de la Peña fue elegido por aclamación como el nuevo presidente. Junto a él, destacados profesionales como Rafael Pérez–Blanco y Óscar Santos Payán, entre otros, integran la nueva directiva con el objetivo de enfrentar con rigor científico y un enfoque humano los retos de los pacientes coronarios.
La situación es crítica. Según De la Peña, en el país hay más de 10 millones de hipertensos y un millón de personas con fibrilación auricular, dos condiciones que alimentan la estadística de ictus. Sin embargo, la falta de adherencia a los tratamientos prescritos y el miedo persistente a sufrir un segundo infarto complican el panorama para quienes ya han padecido un evento cardiovascular. Datos del Instituto revelan que un porcentaje significativo de infartados tiende a recaer, muchas veces por no implementar cambios necesarios en su estilo de vida, como dejar de fumar, controlar el peso o realizar ejercicio físico.
Promover la educación en salud, el autocuidado y el voluntariado son algunas de las acciones prioritarias de Apacor. La asociación planea iniciativas como programas educativos para fomentar el control de enfermedades cardiovasculares, así como el uso eficaz del tratamiento de nitroglicerina y la gestión de crisis hipertensivas y niveles de glucosa. La inclusión de últimas tecnologías en diagnóstico precoz, como el Angiotac Coronario y la Resonancia de Estrés, serán herramientas clave en estas actividades.
De la Peña, reconocido cardiólogo y académico, insiste en la necesidad de un diagnóstico temprano y una adherencia estricta a los tratamientos para evitar hospitalizaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Además, subraya la importancia del control de compuestos como la lipoproteína a y el colesterol LDL, factores cruciales en el desarrollo de infartos al endurecer las arterias.
La revitalizada Apacor pretende marcar un hito al empoderar a sus miembros, poniendo a su disposición recursos como la guía «cuidando el corazón», y organizando cursos sobre cocina cardiosaludable y viajes saludables. Con el apoyo de Manuel de la Peña, la asociación busca no solo fomentar una mejor comprensión de la patología cardiovascular sino también humanizar la atención médica que reciben sus pacientes.








