Israel ha comenzado una invasión terrestre en el sur de Líbano, después de semanas de amenazas. La operación, aprobada por el gabinete de seguridad liderado por Benjamín Netanyahu, tiene como objetivo neutralizar la infraestructura de Hezbolá. La incursión incluye ataques aéreos y artillería, y ha llevado a la retirada de las fuerzas libanesas a cinco kilómetros de la frontera. La acción se enmarca en la operación «Flechas del Norte», iniciada el 23 de septiembre, y coincide con bombardeos en Gaza. Estados Unidos apoya a Israel, enviando más tropas a la región, aunque insta a una solución diplomática. La ofensiva ya ha causado más de mil muertes y desplazado a miles de personas.
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