El Ejército español ha asumido un nuevo papel protagónico en el ámbito de la defensa multinacional al liderar, por primera vez, una brigada de la OTAN con capacidad de respuesta rápida. Esta operación se lleva a cabo en Lest, Eslovaquia, situada estratégicamente a solo 290 kilómetros de la frontera ucraniana, lo que resalta la importancia de esta misión en el contexto geopolítico actual.
La brigada multinacional, conocida como ‘Task Force’, está inmersa en un riguroso programa de entrenamiento con fuego real. Este adiestramiento incluye el uso de misiles, vehículos blindados y sistemas avanzados de defensa aérea, y está diseñado para preparar a las tropas ante posibles acciones hostiles por parte de Rusia. La capacidad de actuar de manera inmediata y efectiva es crucial y constituye un pilar fundamental en la estrategia de disuasión de la OTAN.
En este contexto, el Ejército español ha introducido tecnologías de vanguardia para reforzar la vigilancia y defensa. Entre estas innovaciones se encuentra el sistema ‘Cervus’, diseñado para neutralizar drones enemigos, creando una barrera de protección efectiva dentro de un radio de hasta un kilómetro. Complementando esta tecnología, el radar ‘Raven’ permite detectar movimientos tanto aéreos como terrestres hasta a seis kilómetros de distancia, garantizando una supervisión continua y amplia del área.
La coordinación multinacional se lleva a cabo desde la base de Kuchyña, situada al norte de Lest, donde 33 efectivos españoles supervisan las operaciones de la ‘Task Force’. Esta base se conecta con el cuartel general de la OTAN en Bétera, Valencia, que cuenta con la capacidad de movilizar hasta 60.000 soldados de la Alianza en cuestión de días, en respuesta a una amenaza significativa.
Este despliegue no solo subraya el compromiso de España con la seguridad colectiva, sino que también destaca la capacidad del país para liderar operaciones complejas en un entorno internacional cada vez más desafiante.