Días después de que se implementara un acuerdo humanitario mediado por Egipto, Qatar y EE.UU., que contemplaba la entrega de los cuerpos de 28 rehenes muertos y una tregua parcial, continúan las tensiones entre Israel y Hamás debido a supuestas violaciones a los compromisos acordados. Israel acusa a Hamás de no completar la entrega de los cuerpos, afirmando que uno de los cadáveres entregados no corresponde a ningún rehén conocido, lo que ha generado reacciones en el gabinete de guerra israelí, que propone congelar la ayuda humanitaria a Gaza. Hamás, por su parte, argumenta que los bombardeos israelíes han dificultado la recuperación de los cuerpos, y acusa a Israel de violar el alto el fuego y utilizar la ayuda humanitaria como herramienta de presión. En respuesta, Israel ha reducido el número de camiones de ayuda a Gaza y cerrado temporalmente el cruce de Rafah. La situación revela el frágil equilibrio y la complicada negociación entre ambas partes, con mediadores internacionales intentando mantener la tregua y reanudar la ayuda humanitaria.
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