En la Plaza de San Pedro, un bullicioso y colorido encuentro de fieles y turistas recibe al nuevo Papa, León XIV, conocido popularmente como «Papa Bob». La escena es animada por bandas de música y una multitud entusiasta que canta a ritmo de Umberto Tozzi. El Papa, originario de Chicago y con un pasado misionero en Perú, asoma al mediodía para dirigir su primer «Regina Coeli» bajo vítores y aplausos. La diversidad de asistentes, incluida una representación de pueblos indígenas latinoamericanos y turistas estadounidenses, marca el ambiente. Mientras tanto, el comercio de recuerdos con la imagen del nuevo pontífice prospera entre los presentes. Con un clima espléndido, la jornada concluye en un ambiente festivo por las calles de Roma.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.