Los supermercados han evolucionado más allá de simples puntos de compra, convirtiéndose en escenarios para actividades sociales inesperadas, como intentar ligar. Influencers y usuarios han popularizado esta tendencia, sugiriendo horarios específicos para socializar en estos lugares. Desde una perspectiva psicológica, estos comportamientos virales se analizan bajo la teoría del conformismo y la influencia social, donde lo inusual atrae la atención y fomenta la participación. Culturalmente, estas modas reflejan una ruptura de normas sociales tradicionales, buscando autenticidad y originalidad en interacciones cotidianas. Además, los espacios públicos facilitan encuentros casuales, siendo escenarios propicios para interacciones genuinas y espontáneas. La psicología social indica que ligar en público puede ser una estrategia para manejar el rechazo de manera menos personal, ya que el entorno difumina el impacto del rechazo individual.
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