En la conclusión del foro organizado por Vox en Buenos Aires, las críticas se centraron en la Unión Europea y el gobierno español por su «ambigüedad» ante la crisis en Venezuela. Santiago Abascal, presidente de Vox, exigió el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela, en oposición al régimen de Nicolás Maduro, acusado de fraude electoral. También se señalaron supuestas conexiones entre los gobiernos de varios países latinoamericanos y el crimen organizado, cuestionando su lealtad a la democracia. Además, se destacó la oposición a la influencia de potencias como Irán, China y Rusia en Iberoamérica, y se expresó apoyo al derecho de Israel a defenderse. El foro promovió a figuras como Donald Trump, mientras Javier Milei, presidente de Argentina, fue presentado como un modelo a seguir por la ultraderecha.
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